29.1.11

entre comillas "el pastel de queso"

hay una pestaña en mi plato, él está hablando de algo que no entiendo, no deja de mover la pierna. tiene el pelo ralito como diría mi abuela. no sé qué tan buena idea sea desayunar “pastel de queso” con pestaña

una llamarada

un ventarrón

un “no sé qué”

pero sé

que …

me va a “llevar el diablo entre las patas” porque “la llama” y “la flama” existen sólo en los poemas, aunque tenga las orejas chiquitas , no sé qué diría mi abuela de eso, pero me gusta cuando dice “hijuelagran “ para todo.

a mí el “ pastel de queso” “ni me gusta tanto” “él tampoco”. la “verdad” es que sólo me dieron ganas de “escribir” si no es para eso, no sé por qué tanto “alboroto” por “su espalda”. “el pastel de queso” me empalaga, luego las “migajas” que son aplastadas por su dedo mientras habla y mueve la pierna. yo las miro, siento el bocado de pastel que se regresa por mi garganta. pobres migajas, diminutas, invisibles son arrasadas tan “fácil”

ahí en la cocina somos las “migajas” de la mesa, la pestaña que esta en mi plato es “el dedo” que me aplasta. yo “diminuta” con ganas de “morderle un ojo” mientras duerme.

soy tan simple

que una “taza de café en la mesa”

se convierte en “una de esas cosas” de las que luego escribo cuando pienso que “la luna esta borracha”

ahí en la cocina cómo si no tuviera “miedo” de que…

me como la “pestaña”

el “no sé qué”

pero

que…

soy sólo una “migaja en la mesa de mi cocina” su “pestaña” esta a punto de “aplastarme” y la “verdad” es que sólo me dieron ganas de “escribir” con comillas.

si no es para eso

para qué tanto “alboroto” por

“un pastel de queso”