No sabía qué decir, solo sentí unos pasos, alguien que llegaba. me quedé sentada en el balcón. Quería saludar pero no pude, tampoco pude abrir los ojos. Pensaba en el cuento que acababa de leer, el cuento del mago que dejo de ser mago, un día que en lugar de un conejo saco de su sombrero un bebe muerto y los niños le aplaudieron como nunca. Entonces se dio cuenta que este mundo no era para magos, ni para conejos, ni para bebés…
dejó de ser mago
Qué hubiera pasado si de niña en una fiesta un mago hubiera sacado un conejo decapitado de su sombrero? Eso pensaba yo cuando sentí que alguien salía al balcón y se paraba junto a mi, no sabía qué decir, solo sentía que tenía que decir algo. cuando logré abrir los ojos me di cuenta que no había nadie
era sólo la toalla colgada de un mecate en el balcón
moviéndose con el aire
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