No quiero tus cajas sobre mis cosas
no quiero tus calcetines
ni tu frente
No quiero los vasos que usaste
ni las sillas donde te sentaste
no quiero tu espalda
ni tus orejas largas
no quiero que me despiertes si tengo pesadillas
ni quiero olerte en la madrugada
no quiero hacerte más café
No quiero este lado de la cama
ni quiero esta playera tuya que traigo puesta
Al ruido del teléfono le puse tu nombre
no importa
basta ya!
Fuera
fuera todo
completo tu
sal de mis uñas
sal ya de detrás de mis rodillas
sal de mi pelo
de mis noches
de los libros
del café
de mi jabón
sal de los cubiertos con los que como
sal de mis sábanas
sal del cactus del baño
de detrás de la televisión
sal de mi voz
sal de debajo de la mesa del comedor
sal y no vuelvas
O tal vez solo a veces
en uno de esos días
como hoy
que siento que te escurres
de la cabeza a los pies
y me duele todo
los ruidos de la calle
el sonido del elevador
Pero sé que es porque te me estas saliendo
Asi que termina ya!!
Fuera!
sal y no vuelvas
porque nunca dije que te querría siempre
ni que no olvidaría las pecas de tu espalda
pero no hay forma de no mojarse con la lluvia
menos cuando a la tarde se le han caído los ojos
y a mi las ganas de quererte
AAAyyy... cuan cierta y urgente esta necesidad de que ese alguien -poeta, ingeniero, abogado, decorador, cineasta- se salga ya de donde se esconde... un beso, n.
ResponderEliminaracabo de descubrir tu blog, me toca mucho, gracias por la poesia en mi manana parisina...
ResponderEliminar